Bea Danza nació de un sueño, una pasión y una visión clara. En 2003, cuando nuestra fundadora, Beatriz Herrera, vivía en Japón, creó el nombre que, sin saberlo en aquel entonces, se convertiría en el hogar de innumerables bailarines apasionados. Aunque su amor por los escenarios la llevó a recorrer el mundo, su verdadera aspiración siempre fue fundar una escuela de baile, un espacio donde compartir la magia de movimiento.

Ese sueño se materializó en 2016 con la apertura de una pequeña y humilde escuela. Sin embargo, el compromiso, la entrega y la pasión que Beatriz puso en cada clase hicieron que Bea Danza creciera rápidamente, obligándonos a trasladarnos a un espacio más grande.

Hoy, seguimos creciendo, pero nunca perdemos nuestra esencia: la humildad, el amor por la danza y el firme compromiso de compartir sus beneficios para la salud física y mental. Bea Danza no es solo una escuela, es un hogar para quienes sienten que el baile es más que una disciplina; es una forma de vida.